Las alarmas son ensordecedoras, y las advertencias son claras: una ola catastrófica de muertes entre la población vacunada contra el COVID es inminente, según nuevas y explosivas revelaciones de altas fuentes del gobierno de Estados Unidos. Prepárense, esto no es alarmismo. Esta es la realidad que se derrumba como un martillo. Estamos mirando hacia el abismo de lo que los expertos llaman un"tsunami de muertes".
No se trata solo de una crisis médica, sino de una guerra sin cuartel contra la verdad, alimentada por mentiras, corrupción y unos medios de comunicación cómplices que han silenciado la disidencia durante demasiado tiempo. Se han quitado los guantes yRobert F. Kennedy Jr., el recién nombrado secretario de Salud,está listo para desmantelar todo el complejo industrial COVID. La era del engaño ha terminado. El ajuste de cuentas ha comenzado.
Esto ya no es un susurro en los márgenes. Altos funcionarios de agencias gubernamentales y de las principales instituciones sanitarias están filtrando información devastadora que apunta a una asombrosa crisis de mortalidad entre los vacunados en los próximos cinco años. Olvídese de lo que los medios de comunicación le dijeron sobre"seguro y eficaz".Olvídate de la propaganda. La verdadera historia se está desarrollando ahora, y es horrible.
Estos denunciantes, muchos de los cuales arriesgan sus carreras y sus vidas, advierten que las vacunas contra la COVID-19 pueden haber desencadenado una bomba de relojería dentro de los cuerpos de millones de personas. Los datos que están sacando a la luz, ocultos durante años bajo capas de burocracia, son asombrosos. Estamos hablando de un aumento de los casos de miocarditis, coágulos de sangre, enfermedades autoinmunes y supresión inmunitaria que deja a los vacunados peligrosamente vulnerables a infecciones y enfermedades crónicas.
Esta noticia de última hora no podría llegar en un momento más crítico. Robert F. Kennedy Jr., durante mucho tiempo un crítico implacable de la seguridad de las vacunas, ha recibido las riendas del Departamento de Salud, y no pierde ni un segundo. ¿Su misión? Para derribar la casa de mentiras que las grandes farmacéuticas construyeron, ladrillo a ladrillo.
RFK Jr. está llevando la lucha directamente a los gigantes farmacéuticos, a las agencias gubernamentales que los protegieron y a los principales medios de comunicación que actuaron como su máquina de propaganda."No más mentiras"Declaró Kennedy durante su primera conferencia de prensa."No más encubrimientos. El pueblo estadounidense merece la verdad, y la va a obtener".
El nombramiento de Kennedy representa un cambio sísmico en la forma en que el gobierno maneja la salud pública. Durante años, las voces disidentes fueron silenciadas y las preocupaciones fueron etiquetadas como"desinformación".Ahora, las tornas están cambiando. Kennedy ha prometido hacer rendir cuentas a todos los culpables, desde los especuladores de las grandes farmacéuticas hasta los burócratas que hicieron la vista gorda.
Las grietas en la narrativa oficial se están ensanchando, y los datos que fluyen a través de ellas son condenatorios. Los estudios, enterrados o ignorados durante años, ahora están saliendo a la luz, pintando un panorama sombrío de los efectos a largo plazo de las vacunas COVID. Vamos a desglosarlo:
¿La estadística más aterradora? Algunos expertos estiman que estos efectos adversos podrían provocar millones de muertes en todo el mundo en los próximos cinco años. Esto no es especulación, es una realidad fría y dura basada en datos suprimidos y testimonios de denunciantes.
Cuando los expertos hablan de un "tsunami de muertes", no están exagerando. La magnitud de esta crisis que se avecina podría eclipsar a la propia pandemia. Imagínese que millones de personas en todo el mundo se enferman, desarrollan enfermedades crónicas o sucumben a afecciones relacionadas con su estado de vacunación.
Lamentablemente, los sistemas de salud no están preparados para lo que se avecina. La sobrecarga de los hospitales, la escasez de medicamentos críticos y la falta de recursos para manejar esta ola de casos podrían sumir a naciones enteras en el caos. ¿Y la culpa? Está directamente en los pies de aquellos que impulsaron estas vacunas sin comprender completamente, o revelar, sus consecuencias a largo plazo.
Llamémoslo por lo que es: los principales medios de comunicación tienen las manos manchadas de sangre. Durante años, los periodistas y los principales medios de comunicación repitieron como loros los puntos de conversación de las grandes farmacéuticas sin cuestionarlos. Silenciaron la disidencia, censuraron puntos de vista opuestos y demonizaron a cualquiera que se atreviera a cuestionar la seguridad de las vacunas.
Las plataformas de redes sociales se unieron al esfuerzo, prohibiendo cuentas y etiquetando la investigación independiente como "desinformación". ¿El resultado? Una población adormecida por la complacencia, confiando en instituciones que ahora han sido expuestas como corruptas y cómplices.
No nos equivoquemos:siempre se trató de dinero. Las compañías farmacéuticas recaudaron miles de millones durante la pandemia, vendiendo vacunas que se apresuraron a salir al mercado bajo autorizaciones de uso de emergencia. ¿Seguridad? ¿Estudios a largo plazo? Esas fueron ideas tardías en la carrera por asegurar contratos gubernamentales y dominar el mercado global.
Pfizer, Modernay otras se enfrentan ahora a una tormenta de demandas e investigaciones. Pero, ¿prevalecerá la justicia? El liderazgo de Kennedy podría ser la clave para finalmente responsabilizar a estas corporaciones por su papel en lo que puede ser uno de los mayores escándalos médicos de nuestro tiempo.
El daño ya está hecho.La confianza pública en las instituciones de salud, el gobierno y los medios de comunicación está en su punto más bajo. Los mandatos de vacunación, las narrativas cambiantes y la censura agresiva han dejado a una población dividida y desilusionada. ¿Cómo reconstruimos a partir de aquí?
RFK Jr. cree que la respuesta está en la transparencia y la rendición de cuentas. Pide investigaciones independientes, debates abiertos y una revisión completa de la forma en que se toman las decisiones de salud pública. Es una tarea monumental, pero parece decidido a abordarla de frente.
Esto no es solo una crisis de salud, es una crisis moral.Las revelaciones sobre uninminente "tsunami de muertes"exigen una acción inmediata. Las mentiras deben parar. Los culpables deben comparecer ante la justicia. Y las víctimas, aquellas que fueron engañadas, perjudicadas o silenciadas, merecen respuestas.
RFK Jr. está liderando la carga, pero no puede hacerlo solo.La lucha por la verdad y la rendición de cuentas requerirá cada voz, cada voto y cada gramo de coraje de aquellos que estén dispuestos a oponerse a esta colosal traición.
Estamos viviendo un momento de ajuste de cuentas que será recordado por generaciones. Las advertencias son claras. Las pruebas se acumulan. La cuestión ahora es si estaremos a la altura de este desafío o si nos dejaremos ahogar por las mentiras y la corrupción que nos trajeron hasta aquí.
El tsunami se acerca, pero no es demasiado tarde para actuar. Exija respuestas. Hacer que los poderosos rindan cuentas. Y nunca, nunca dejes de luchar por la verdad.