QUIEREN QUEMAR ESTADOS UNIDOS DE NUEVO, Y ESTA VEZ, MUSK ES EL OBJETIVO
Estados Unidos está entrando en una nueva fase de guerra interna, silenciosa, estratégica y mucho más peligrosa que cualquier cosa que hayamos enfrentado en 2020. Bajo el ruido de los principales medios de comunicación y las distracciones del teatro político, se está desarrollando una operación coordinada. Esto no es especulación. No es teoría. Está confirmado:el 5 de abril, grupos extremistas de extrema izquierda planean ataques sincronizados en todo Estados Unidos.
El objetivo no es solo Tesla. No es solo Elon Musk.
El verdadero objetivo es la libertad, la innovación y la idea misma de la soberanía estadounidense.
Respaldados por financieros globalistas como George Soros y protegidos por una maquinaria mediática cómplice, estos agitadores se están preparando para reavivar el mismo caos fabricado que marcó a esta nación hace cinco años. Pero esta vez, es diferente. Esta vez,tenemos al presidente Trump en la Casa Blanca.Y eso por sí solo es suficiente para enviar a los enemigos de este país a un modo de pánico a gran escala.
LA ADVERTENCIA DE LA QUE NADIE HABLA
La inteligencia no es solo datos, es dirección.Y la dirección hacia la que se está empujando a Estados Unidos, silenciosa pero deliberadamente, es el caos. A partir del 28 de marzo de 2025, múltiples fuentes de seguridad independientes confirman que el 5 de abril ha sido seleccionado por agentes de extrema izquierda para disturbios civiles coordinados en todo el país.Su objetivo: la disrupción.Sus objetivos: concesionarios de Tesla, empresas privadas e instituciones vinculadas a la independencia de Estados Unidos.
Pero, ¿dónde están los medios de comunicación nacionales? Silencioso.¿Dónde están los gobernadores, los alcaldes, los vigilantes? Desaparecido en acción. Este es el mismo silencio que permitió que 2020 explotara en violencia sin ley. Esta vez, sin embargo, no es orgánico. Es una maniobra armada: estratégica, financiada y totalmente predecible para quienes prestan atención.
POR QUÉ MUSK ES EL OBJETIVO AHORA
Elon Musk alguna vez jugó según sus reglas.Construyó cohetes. Vendía coches eléctricos. Era el favorito de los mismos círculos de élite que ahora quieren destruirlo. En el momento en que se desvió del guión, exponiendo la censura en Twitter (ahora X), defendiendo la libertad de expresión, oponiéndose a la tiranía ESG, se volvió prescindible.
Pero Musk no solo sobrevivió a la reacción. Prosperó.Expandió Tesla, abrazó Dogecoin, amplificó la verdad y, lo que es más peligroso, se alineó, táctica y públicamente, con el presidente Trump.
Para la máquina globalista, Musk es un desertor.Un multimillonario con una plataforma que no controlan. Una voz que no pueden cancelar. Y ahora, una amenaza que están desesperados por neutralizar por cualquier medio necesario. Es por eso que los concesionarios de Tesla están en la lista. No se trata de coches. Se trata de control.
SOROS Y EL RASTRO DEL DINERO
Sigue el dinero, siempre conduce a la verdad. Y en este caso, conduce directamente a George Soros y a la vasta red de mercenarios ideológicos que financia. El grupo "Indivisible", citado en varios memorandos filtrados y charlas en línea, es la primera línea. Pero son solo el mecanismo de entrega.
Detrás de ellos se encuentran ecosistemas enteros de"organizaciones sin fines de lucro","coaliciones" y campañas de"justicia social",diseñadas para proporcionar una negación plausible mientras inyectan dinero, estrategia y cobertura legal a las insurgencias de izquierda.
Lo que estamos presenciando es una guerra privatizada contra el orden estadounidense.Una guerra en la que los soldados de a pie llevan sudaderas con capucha en lugar de uniformes, en la que sus generales se sientan en tanques de expertos en lugar de en salas de guerra, y en la que la munición no son balas, es narrativa. El objetivo es el mismo: desestabilizar, fragmentar y reconstruir a su imagen.
EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA FABRICACIÓN DE LA JUSTIFICACIÓN
No es solo lo que informan. Es lo que omiten. Mientras los patriotas hacen sonar la alarma, los medios de comunicación tradicionales están ocupados construyendo la historiadespuésde la violencia. Ya lo han enmarcado: "Indignación por la desigualdad". "Retroceso contra el elitismo tecnológico". "Protestas por la justicia climática". Todo está guionizado.
La prensa no está cubriendo los acontecimientos. Están preparando excusas.
En esta guerra, los medios de comunicación no son testigos. Es cómplice. Presenta el caos como una indignación justa y presenta a las víctimas —Musk, empresarios, conservadores— como agresores. Es una guerra psicológica. Condicionar al público a aceptar la anarquía como progreso. Y no se equivoquen, cuando las ciudades arden, cuando se destruye la propiedad, cuando se derrama sangre, estarán listos con temas de conversación para culpar a los Estados Unidos de Trump por el desastre que orquestaron.
LOS PATRIOTAS NO SE RENDIRÁN
Pero esta vez, el terreno es diferente. Trump está en la Casa Blanca. La mayoría silenciosa ya no calla. El pueblo estadounidense ha vivido las mentiras, los encierros, los disturbios, los robos, y está muy despierto.
De costa a costa, los patriotas se están preparando, no para la violencia, sino para la defensa. Las comunidades se están organizando. Los veteranos están observando. Las pequeñas empresas se están reforzando. Esto no es 2020. Esta es una nación que recuerda lo que sucedió la última vez y se niega a ser tomada por sorpresa nuevamente.
No se trata de Tesla. Ni siquiera se trata de Musk. Se trata de soberanía. Se trata de negarse a ser gobernado por multimillonarios no electos que se esconden detrás de fundaciones y eslóganes. Se trata de honrar a un presidente que realmente representa a este país, y defender cada centímetro de terreno que hemos recuperado bajo el liderazgo de Trump.