¡Buuu Las noticias de última hora sacuden los cimientos del poder globalista cuando elpresidente electo Donald Trump toma una decisión audaz y sin precedentes que podría redefinir la política de salud mundial. En su primer día en el cargo, Trump ha prometido cortar los lazos de Estados Unidos con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El mensaje es claro:Estados Unidos ya no se inclinará ante las agendas globalistas bajo su mandato.
En una declaración que ha conmocionado a todo el mundo, Trump arremetió contra la OMS como una"estafa globalista corrupta",acusándola de estar dominada por China a pesar de que la mayor parte de su financiación proviene de Estados Unidos. Se han quitado los guantes y el liderazgo de Trump señala un cambio dramático hacia la soberanía y la libertad sanitaria.
Seamos realistas: la OMS no se ocupa de la salud pública. Se trata de poder. Durante lapandemia de COVID-19, la OMS priorizó descaradamente los juegos políticos por encima de salvar vidas. Los estadounidenses sufrieron bajo mandatos y bloqueos aplastantes mientras la OMS vendía mentiras y propaganda para encubrir a China.
¿Por qué debería Estados Unidos financiar a una organización que nos abandonó en nuestro momento de necesidad? Trump lo llama con razón una estafa, dominada por China pero financiada con dólares estadounidenses. Pagamos la cuenta mientras ellos jugaban a la política. Ya basta.
Bajo el liderazgo de Trump, Estados Unidos ya no será una gallina de los huevos de oro para una organización que prioriza los intereses de Pekín sobre los nuestros. Los globalistas tuvieron su huida, y ahora es el momento de cerrarla.
En el centro del derribo de Trump se encuentra el llamado "Tratado sobre Pandemias",un siniestro plan para centralizar los poderes de respuesta a la pandemia bajo la OMS. Este tratado es nada menos que un asalto a la soberanía nacional, un intento flagrante de entregar el control a burócratas no elegidos.
Trump ve a través de la farsa.El Tratado sobre la Pandemia despojaría a las naciones de su capacidad de tomar decisiones por sus propios ciudadanos, sustituyendo la gobernanza local por una dictadura globalista. No se trata de salud; Se trata de control.
Al prometer bloquear el tratado, Trump está dando un golpe de gracia a la toma de poder de la OMS. No se trata solo de una decisión política, sino de una declaración de guerra contra las élites mundiales que creen que pueden dictar el futuro de Estados Unidos.No bajo el mandato de Trump.
Abandonar la OMS no es solo un movimiento audaz, es una revolución.Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha estado encadenado a organizaciones globales como la OTAN, el Foro Económico Mundial y la OMS. Estos grupos no representan los intereses del pueblo estadounidense, existen para consolidar el poder de la élite global.
La decisión de Trump de cortar los lazos con la OMS es un paso gigantesco hacia la restauración de la independencia de Estados Unidos. Es un disparo de advertencia a todas las instituciones globalistas: su tiempo se acabó. Estados Unidos ya no se inclinará ante sus agendas.
Y Trump no se detiene ahí.Su visión incluye formar una nueva coalición de naciones amantes de la libertad que prioricen la salud pública sin sacrificar la soberanía. Imaginemos un mundo en el que Estados Unidos predica con el ejemplo, no siguiendo las órdenes corruptas de los burócratas globales. Ese es el futuro por el que Trump está luchando.
Los estadounidenses no han olvidado el caos y las mentiras de la pandemia de COVID-19. Los confinamientos destruyeron empresas, las crisis de salud mental se dispararon y la educación de nuestros hijos se vio afectada, todo ello mientras la OMS fallaba en su respuesta.
Los críticos de Trump pueden gritar sobre su decisión de abandonar la OMS, pero el pueblo
estadounidense está aplaudiendo. Saben la verdad: la OMS no protegió la salud pública, sino el poder. Y ahora es el momento de una verdadera rendición de cuentas.
Los globalistas quieren hacernos creer que no podemos sobrevivir sin su control. Pero Trump sabe que no es así. Al priorizar la salud y la soberanía estadounidenses, está devolviendo el poder a donde pertenece: en manos del pueblo.
Como era de esperarse, el anuncio de Trump ha hecho que el establishment globalista se desmorone por completo. Los burócratas de la OMS se esfuerzan por salvar las apariencias, mientras que sus aliados en los medios de comunicación cuentan historias alarmistas sobrelas "crisis sanitarias mundiales".Es una patética muestra de desesperación.
La realidad es simple:La decisión de Trump de abandonar la OMS deja al descubierto su castillo de naipes. La organización ha dependido de la financiación estadounidense para apuntalar su abultada burocracia sin obtener resultados. Ahora, el tren de la salsa ha terminado.
Los principales medios de comunicación son cómplices de esta estafa globalista, repitiendo como loros las mentiras de la OMS mientras atacan el audaz liderazgo de Trump. Pero su pánico solo demuestra una cosa: Trump tiene razón. Cuando las élites gritan más fuerte, sabes que les estás golpeando donde más duele.
Trump no solo está derribando a la corrupta OMS, sino que está construyendo algo mejor. "Make America Healthy Again" no es solo un eslogan; Es un grito de guerra. Para Trump, la libertad de salud significa poner las necesidades de los estadounidenses en primer lugar, no satisfacer las demandas de los globalistas.
Su plan es simple pero revolucionario: reconstruir la confianza en el sistema de salud de Estados Unidos, promover la atención preventiva y garantizar que las decisiones de salud pública sean tomadas por los estadounidenses, para los estadounidenses. No más mandatos, no más bloqueos, no más interferencia globalista. Se trata de crear un sistema que funcione para la gente.
Bajo el liderazgo de Trump, Estados Unidos se convertirá en un faro de salud y libertad. Los días de doblegarse ante las organizaciones internacionales han terminado. Es hora de centrarnos en nuestros ciudadanos y en nuestro futuro.
Las élites pensaron que podían silenciar a Trump. Pensaron que podían detener su movimiento. Se equivocaron. Al dejar la OMS, Trump está enviando un mensaje a todas las instituciones globalistas: se acabó el tiempo.
Este es el comienzo de una pelea más grande. Trump no solo se está enfrentando a la OMS; Está desafiando toda la agenda globalista. La OTAN, el Foro Económico Mundial, la ONU, ninguno de ellos está a salvo de la revolución de Estados Unidos Primero de Trump.
Los globalistas contraatacarán con todo lo que tienen. Pero Trump tiene algo que ellos no tienen: el apoyo del pueblo estadounidense. Los movimientos de base se están levantando, uniéndose a la visión de Trump de una nación más libre y saludable. Juntos, podemos enfrentarnos a las élites y ganar.
Esto es más que una decisión política, es un movimiento.El liderazgo de Trump ofrece un camino hacia la libertad, la salud y la soberanía. Pero la lucha no ha terminado. Los estadounidenses deben mantenerse unidos y exigir un cambio.
¿Qué puedes hacer?Involúcrate. Habla. Apoyar a los líderes que priorizan los intereses estadounidenses por encima de las agendas globalistas. Este es nuestro momento para recuperar el control y construir un futuro del que podamos estar orgullosos.
La decisión de Trump de abandonar la OMS es un momento decisivo en la historia. Es el primer paso para desmantelar el dominio globalista y restaurar la soberanía de Estados Unidos. La lucha por la libertad está lejos de terminar, pero con Trump a la cabeza, la victoria está al alcance de la mano.
Que lloren los globalistas. Que se enfurezcan los medios de comunicación. Trump está aquí, y está listo para"Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable".Juntos, recuperaremos nuestro país y crearemos un futuro en el que el pueblo, no las élites, tenga el poder.